miércoles, 27 de marzo de 2013

Manera de hacer unas Boleadoras


Arma e instrumento de trabajo genuinamente criollo
Consiste en sogas o ramales que llevan en su extremo unas bolas que se lanzan con fuerza, sobre los animales para derribarlos. Pueden ser de 2 o tres bolas.


Fueron usadas primero por los indios charrúas, pampas, araucanos, y patagones de quienes lo tomaron nuestros gauchos. Las primeras boleadoras fueron de una sola bola. Bola arrojadiza, también llamada bola perdida, eran de piedra y estaban sujetos a una soga de tientos o nervios de más o menos un metro de largo.las lanzaban con muy buena puntería y a gran distancia, en el cuerpo a cuerpo se usaban como masa.
Las bolas son de piedra u otra materia pesada, retobadas o no, y sujetas entre si por ramales, guascas, sogas o tendones de avestruz torcido, etc. Se llama manija a la bola mas pequeña, la que tiene en la mano para lanzar y revolear las boleadoras, la soga de la manija por lo general es más corta.
Existen muchas boleadoras lujosas, fabricadas con bolas de marfil recubiertas con cinturas, cadenas o filigranas de plata, otras con magníficos trabajos calados en el retobo, formando estrellas, etc.


Como se hacen

Para hacer una boleadora se toma una piedra y se la cubra común cuero denominado casco, que tiene un agujerito que se llama ojo, por el que pasa la soga o el ramal, estos dos cascos van cosidos, asegurándose.asi sobre la piedra, todo esto se recubre de nuevo con un cuero redondo, cuya orilla debe hojalarse pasando un tiento por dentro de esos agujeros y haciendo un jareta, en la base del ojo, tratando que los pliegues queden lo menos visibles. Todas estas piezas que recubren la piedra, deben trabajarse húmedas a fin de que al secarse se adapten a lo más posible la forma para conseguir la mayor perfección. 


El paisano estrenaba sus boleadoras, boleando vacas, así conseguí el estirado de las sogas, y el ajuste de los tientos, estas sogas se humedecían un poco para facilitar el estirado. Los pampas solían hacer  con ciertas piedras coloradas a las que le daban mucho valor o con otras menos pulidas, sostenidas a los ramales por medio de una faja de cuero muy ajustada a la garganta o cintura hecha expresamente sobre las piedras quedando asi estas al descubierto. Generalmente, los muchachos de la zona céntrica de la Provincia de Buenos Aires solían hacerse boleadoras con cascarria de oveja, pues en esta zona escaseaba la piedra. También muchos la confeccionaban con hueso de caracú de vacuno, a casa caracú le cortan la mitad de la cabeza, que tiene la forma perfecta de una media esfera, la que con la otra mitad del otro caracú del mismo animal, forman una esfera perfecta,  una vez ahuecadas y después de haberles hecho un agujero a cada una, las atraviesan con un alambre grueso, que forma el ojo de la boleadora y remachan la otra extremidad, después vierten en el interior de los dos cascos plomo derretido, con otros cuatro cascos de lo caracuces de dos osamentas, construyen las otras dos bolas que le faltan, cuando estas quedan bien terminadas, parecen de marfil. Los gurises, hacen las boleadoras con los marlos del maíz, para pialar, bolear gallinas o jugar.

Dibujo de Molina Campos

El paisano maneja las boleadoras tomando en la mano la bola de menor calibre, llamada manija, luego rebolea las otras dos por sobre la cabeza,  haciéndolas girar en redondo, y lanzándolas con violencia en forma de alcanzar con exacta puntería el blanco elegido, ya sea un enemigo, para inutilizarlo, herirlo o matarlo o cuando se trata de un animal, derribarlo, enredándoselas en las patas, trabándolo o inutilizándolo. En caso de bolear un avestruz se usan boleadoras de dos, o avestruceras, que se tiran al cogote.

Indios del Rio de La Plata con boleadoras (Ottsen 1603)

En manos de los gauchos de Güemes, durante las guerras de la independencia, las boleadoras resultaron un arma valiosa. En la guerra civil, fueron también un instrumento glorioso de las montoneras. Durante el gobierno de Rosas, las boleadoras estuvieron muy en uso, y co ellas el caballo del General Paz fue boleado, siendo de esta manera apresado. Don Diego de Mendoza y otros notable españoles fueron muertos por las boleadoras y años mas tarde don Juan de Garay, en el combate de San Salvador, resulto herido malamente por esta arma.



Fuente: Agrupación de peñas amigas de la zona sud. Revista de difusión “recuerdos de nuestra tierra” año 7 revista 27

jueves, 21 de marzo de 2013

Breves historias de guapos y malevos.

En 1882, por Parque Patricios existían algunas casillas de madera con despachos de bebidas en las que se ejercía la prostitución clandestina. Eran unas 20 casas de tolerancia en donde también se realizaban partidas de taba y truco. Eran frecuentes las carreras cuadreras en donde se apostaban grandes sumas de dinero.
Estas casas "non sanctas" eran también lugares de grandes contiendas.

Frente al boliche de una señora apodada María la Vasca se libró uno de los duelos más celebres entre cuchilleros. Fue entre "el tandilero" hombre local de los Corrales y "el nortero" proveniente de la Tierra del Fuego (bajo de la Recoleta). Ese entrevero lo ganó el tandilero a primera sangre, y luego, se hicieron amigos para siempre.

A primera sangre (quien lastimaba primero) se realizaron infinidad de duelos. Uno muy importante, fue entre "el zoilo Pereyra" y un tal "Pedro Molina". Este último quedó gravemente herido, con una cuchillada a centímetros del corazón, y cuando se le preguntó quien había sido el causante contestó: "la justicia no tiene qué hacer en esto. El que me ha herido lo ha hecho de frente, peleando a lo hombre". Así, en aquel entonces se mostraba el honor y la guapeza.

"El zoilo Pereyra" también protagonizó otra trifulca, esta vez con un tal "el Noy" proveniente de Retiro. Pereyra tiró a fondo una puñalada que no dió en el vientre de Noy porque este justo se arqueó, y simultaneamente Noy tajeó la cara de su contrincante. Como el cuchillo quedó ensangrentado, y era a primera sangre, allí terminó la cosa.

Fuente: Hist. Enrique Puccia.

http://metejondebarrio.blogspot.com.ar

martes, 19 de marzo de 2013

Curiosidades del duelo criollo



La práctica del duelo con arma blanca como culto al coraje o como único recurso para lavar una afrenta, queda planteada desde la llegada misma del Europeo. 

En documentos encontrados del proceso criminal seguido al gaucho “Juancho Barranco” en el año 1759, puede leerse como este personaje entró a pelear: a los gritos de "háganse a un lado"; con un sable en la mano, un puñal en la otra y el poncho envuelto en el brazo. En la época que aludimos, las muertes que resultan de las peleas en las pulperias dan lugar a la sanción de numerosos bandos prohibiendo llevar armas. Una resolución del año 1753, pena con doscientos azotes al portador de cuchillo. 

El duelo criollo dentro de este contexto, podía ser espontáneo o convenido de antemano. Y las causas de los duelos eran: campear el alcohol, viejos resentimientos o una palabra de mas. Cuando no, una "china querendona" o una copla intencionada.
 

Tipos de duelo: 

-A muerte.
 

-A "primera sangre", si sólo se buscara desprestigiar al adversario. Muchas veces, lo que se intentaba era "marcar" el rostro del oponente, para que quede desprestigiado de por vida. Marcar la cara tenía además un fuerte valor simbólico en aquella sociedad pastoril donde la "hierra" (marcar con hierro caliente al ganado) otorgaba derecho o propiedad sobre lo marcado.
 

También existían duelos de "puro floreo", por juego, diversión o de práctica. En estos casos se usaba un palito o simplemente el dedo índice engrasado sustituyendo el arma. 

Los puntazos y hachazos se atajaban -o desviaban- con el propio cuchillo o con el poncho que envolvía el brazo opuesto, en continuo movimiento cubriendo algo separado, el torso y cintura. 

Cuando el adversario era despreciable por alguna condición moral o simplemente considerado poca cosa, se apelaba al uso de otras armas: el rebenque, el arriador, el cabestro o el mismo poncho. Así lo cuenta una historia referida al gaucho Pacheco quien castigando a su adversario con el poncho esgrimió: "no lo corro amigo porque no quiero avergonzarlo mas..." 

El dicho popular "nadie me pisa el poncho", alude a la costumbre bravucona de arrastrarlo por el piso buscando pendencia. Quien lo pisara, forzaba a una contienda. Los dichos "Atarse la faja" y "Hacer la pata ancha" también son dichos elementales para entrar a la pelea. 

Finalmente, "madrugador" no sólo es el que se levanta temprano para honrar al trabajo. También es el que tira el puntazo cuando el otro no desenvainó o está desarmado. 

Fuente: http://metejondebarrio.blogspot.com.ar

lunes, 18 de marzo de 2013

Maneras de portar el cuchillo criollo


 
 "Las armas son necesarias,
  pero naides sabe cuando,
  ansina si andas pasiando,
  y de noche sobre todo,
  debes llevarla de modo
  que al salir salga cortando."
                 Jose Hernandez (Martin Fierro)


El gaucho solía llevar 2 cuchillo, el verijero, un cuchillo de aprox 15cm,que se llevaba adelante, a la altura de la vejiga (verijas), con el filo hacia abajo, y el cabo a la derecha.

Y en la espalda portaban el facón o daga, con el cabo arriba y hacia la derecha y el filo de la hoja hacia arriba, en este caso los cuchillo eran de mayor porte, no menor de 30cm.


El caronero, se llevaba en las caronas del caballo, ya siendo este con una hoja no menor de 40cm. Y se usaba para el cómbate a caballo.