Cuenta la leyenda, que el espíritu malo hacia enfermar a los indios de la tribu, el espíritu bueno quería castigarlo y como no podía alcanzarlo tomo tres estrellas (las tres Marías) las unió con un pelo de su barba y las arrojo, enredándolas en las piernas del espíritu malo, de este modo los indios aprendieron a confeccionar boleadoras.
Armas de guerra o elemento de caza o labor ganadera consistente de tres ramales de cuero crudo torcido, de 1,80 a 2 mts. cada uno y rematados en tres bolas de piedra, plomo, o madera dura envueltas (retobadas) estas últimas en cuero crudo. Revoleadas sobre la cabeza y arrojada con fuerza a las patas, cuerpo o cuello del animal. En el "Martín Fierro" son nombradas y alabadas como mortífera arma en manos de los pampas, y fue según un escritor argentino, una baleadora la que arrasó en muchos años la reconstrucción nacional, cuando el soldado Federico Zeballo le boleo el caballo al General Paz en EL TIO, el 10 de mayo de 1831, haciéndolo prisionero.
Hay tres tipos de boleadoras.
El primer es las boleadoras con solamente una bola. El nombre para esto es "bola loca" o "bola perdida." utilizada para la captura de pequeños animales.
El segúndo tipo tiene dos bolas. Estos son "ñanduceras" o "avestruceras," y les usan para capturar avestruces.
El tercer tipo, y lo más popular, es la boleadora con tres bolas que se llama "Tres Marías."
Las Tres Marías se están usando para trabajo con ganado y caballos.Cuando el gaucho tira las boleadoras y al pegar en un animal, las bolas se retuercen alrededor de las patas y el animal cae.
Consta de dos o tres bolas, piedras muy duras pulidas en forma casi esférica o muy raramente erizadas. El diámetro de cada una de las bolas suele ser de unos 10 cm en las boleadoras de combate o de caza mayor. Tales piedras se encuentran unidas por tientos o guascas, tiras de cuero.
Los aborígenes usaban como materia prima para los tientos el cuero de guanaco y el cuero del cogote (cuello) y el tendón de la pata del ñandú. Con el paso del tiempo y la introducción de la ganadería, los tientos fueron reemplazados por reatas de tres cabos de cuero trenzado, generalmente de vacuno.
Historia
Se han encontrado boleadoras en yacimientos arqueológicos de más de cinco mil años antes del presente en la Región Pampeana. Los europeos notaron la existencia de esta arma en los inicios de la Conquista, cuando la vieron en manos de los aborígenes, charrúas y patagones en 1520.
Inicialmente los aborígenes usaban una sola piedra pulida y circundada por una acanaladura merced a la cual se ataba a un solo tiento o cuerda bastante largo, con esto golpeaban a distancia sin perder la piedra. Esta arma funcionaba de forma semejante a un yoyo y fue llamada por los españoles y criollos bola perdida.
Los aborígenes pronto descubrieron que tal bola perdida era útil también para capturar vivas a las presas envolviéndolas, esto llevó a la confección de las boleadoras propiamente dichas. Cuando faltaban piedras se improvisaban boleadoras con bodoques de terracota o incluso con hueso, en la región patagónica se usaba el nudo esférico que el hongo llao llao provoca en las ramas del ñiré.
Tras la conquista española la boleadora fue adoptada por los gauchos, quienes las realizaron más elaboradamente: las piedras fueron envueltas en bolsas de cuero crudo llamadas retobos, y muchas veces tanto las bolas como las reatas recibieron adornos en forma de incrustaciones de plata o bronce. También las piedras fueron substituidas por esferas macizas de metal -por ejemplo de plomo- recubiertas de cuero o, en algunas más lujosas, enchapadas en plata o bronce.
Boleadoras y otros instrumentos tehuelches (George Ch. Mustres, "Vida entre Patagones"-1870) |
Usos
La forma de uso más común se llama "rebolearlas", y consiste en hacer girar velozmente las piedras mediante los tientos por sobre la cabeza y arrojarla con gran precisión al blanco, ya sea otro ser humano o algún animal. De acuerdo a la manera de arrojarla puede o no ser letal. Si es arrojada con el objetivo de capturar una presa, la boleadora se lanza dirigida a las piernas o patas, para que los tientos se enreden alrededor de ellas; el sujeto o el animal entonces queda "boleado". Para cazar "avestruces americanos" -es decir ñandúes- lo frecuente es que se arrojen las boleadoras al cuello de estas aves. En combates cuerpo a cuerpo era frecuente no soltar la boleadora sino usar una de las piedras a modo de maza, principalmente sobre la cabeza del oponente.
Otros Tipos ;
Existen raros ejemplares de más de cuatro bolas, llegando a haber algunos de ocho, pero son poco prácticos.Hasta inicios de s XX era frecuente que los gauchos mientras se encontraban en el campo llevaran una o dos boleadoras (generalmente del tipo "ñanducera") en la cintura y otra (generalmente "potrera") en bandolera.
Paralelamente, entre los inuit se desarrollaron armas parecidas aunque menos efectivas llamadas ka-lum-uk-toun o kilumitutit, similar es ente los maorís la poa o poi. Se encuentran armas similares entre los pueblos de Siberia oriental.
Fuente: http://soygaucho.com
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