"Famosamente infame
su nombre fue desolación en las casas
idolatrico amor en el gauchaje
y horror del tajo en la garganta"
Jorge Luis Borges, Rosas (1923)
Vida y muerte de Adao Latorre |
Degüello de Marco Avellaneda |
Juan Manuel de Rosas y la Sociedad Popular Restauradora, popularmente conocida como “La Mazorca”, lo transformaron en un método de terror político y militarmente fue aplicado en distintas batallas de la Guerra Grande como Quebracho Herrado, en esa ocasión por Oribe, General en Jefe de los Ejércitos de la Federación, el 28 de noviembre de 1840.
Tampoco los unitarios se hallaban en rezago en la materia, como lo refiriéramos previamente. Mitre tuvo en Sarmiento al mentor ideológico de un proyecto de “limpieza social” del gauchaje para eliminar la “barbarie”, complementada con políticas educativas genéricas y migratorias selectivas.
La opus magna sucedió en Cañada de Gómez, cuando a poco de Pavón, el 22 de noviembre de 1861 cayeron de sorpresa los unitarios mitristas al mando de Flores sobre el ejército federal que estaba acampado y degollaron a más de 300 prisioneros. Miles de gauchos riojanos, catamarqueños y cordobeses –“bípedos implumes” al decir de Sarmiento- pasaron por las dagas civilizadoras de sus compatriotas y los orientales al servicio de Mitre.
Al margen de posicionamientos en la región platense, el degüello gozó siempre de buena salud, no reconociendo diferencia de cintillos pues fue aplicado tanto por blancos como colorados, unitarios o federales.
Pronto la metodología se extendió al sur de Brasil, también fue practicada allí por los riveristas que participaron en la Revolución Farroupilha de 1835 y ulteriormente, ya instalado el hábito, éste llegó a su máxima expresión en la Riograndense o Federal de 1893-95.
Cuchillo para degollar 1845 |
El degüello había sido tan asimilado a las contiendas militares platenses que los clarines, en lugar de tocar “A la carga” como en otras latitudes, lo hacían dando la orden “A degüello”. Aparecieron especialistas en el rubro y hasta denominaciones de origen según el tipo de degüello. El “oriental” era externo y de oreja a oreja seccionando las carótidas y la yugular; a la “brasilera” cuando el corte se hacía mediante la incisión por detrás de la tráquea, cortándose de atrás hacia delante con un tajo seco; el “argentino” se denominaba cuando se hacía por delante, con dos cortes rápidos en la carótida. Se degollaba “de parado” o “arrodillado” según la circunstancia y generalmente –se hacía sobre prisioneros inermes- las víctimas estaban maniatadas a la espalda. Por pura diversión sádica de los vencedores también se practicaban las “carreras de degollados”; esto es el degüello simultáneo de dos o más hombres de pie de manera tal que por los estertores espontáneos e involuntarios de sus músculos y extremidades salen “corriendo” hasta caer definitivamente al suelo entre gorgoteos y vómitos de sangre.
Combate de caballería en la época de Rosas, obsérvese el detalle del degollado a la derecha. |
Muchos pasaron a la historia por sus cabezas degolladas,el caudillo Pancho Ramirez, quien murio defendiendo a su amada, y por ella perdio la cabeza, dicen que se conservo en alcohol en un frasco en el escritorio de Estanislao Lopez para imponer respeto y siempre mantener "la memoria."
Otro Marco Avellaneda, enemistado con Juan Manuel, su cabeza termino en una pica, la cual se conserva en el centro de la Plaza Independencia, degollado por Mariano Maza.
Bueno, parece como si el degüello fuese federal y gaucho, entonces recordemos la historia del Ranquel, Arbolito, llamado tambien Nicasio Maciel, no era cacique, solo indio, pero no podemos dejar de hablar del prusiano Rauch, contratado por Martin Rodriguez en 1828 y enviado por Bernardino Rivadavia a matar indios, este mercenario solía adelantarse 200 mts de su tropa vanagloriándose de lo corajudo que era, pero como dice el dicho, "a todo santo le llega su San Martín".
En la batalla de Las Vizcacheras, el general Rauch se adelanto, como siempre lo hacia, y no vio a Arbolito, ese indio vivo agazapado, que con prestancia arrojo las boleadoras, y así derribo el flete del prusiano, y sin darle oportunidad de levantarse, con rapidez degüella al mercenario, dejando solo el cuerpo...sin cabeza, el trofeo demostro una victoria para los ranqueles, aquel que decia degollar indios para ahorrar balas, murió en su ley, le historia cuenta que Arbolito termino siendo uno de los ranqueles fieles el Restaurador Rosas, y una vez mas el degüello termina federal...
"Asesinato de Maza" (Prilidiano Pueyrredon-1896) |
La refalosa
Mirá, gaucho salvajón,
que no pierdo la esperanza,
y no es chanza,
de hacerte probar qué cosa
es Tin tin y Refalosa.
Ahora te diré cómo es:
escuchá y no te asustés;
que para ustedes es canto
más triste que un viernes santo.
que no pierdo la esperanza,
y no es chanza,
de hacerte probar qué cosa
es Tin tin y Refalosa.
Ahora te diré cómo es:
escuchá y no te asustés;
que para ustedes es canto
más triste que un viernes santo.
Unitario que agarramos
lo estiramos;
o paradito nomás,
por atrás,
lo amarran los compañeros
por supuesto, mazorqueros,
y ligao
con un maniador doblao,
ya queda codo con codo
y desnudito ante todo.
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflición.
lo estiramos;
o paradito nomás,
por atrás,
lo amarran los compañeros
por supuesto, mazorqueros,
y ligao
con un maniador doblao,
ya queda codo con codo
y desnudito ante todo.
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflición.
Luego después a los pieses
un sobeo en tres dobleces
se le atraca,
y queda como una estaca.
lindamente asigurao,
y parao
lo tenemos clamoriando;
y como medio chanciando
lo pinchamos,
y lo que grita, cantamos
la refalosa y tin tin,
sin violín.
un sobeo en tres dobleces
se le atraca,
y queda como una estaca.
lindamente asigurao,
y parao
lo tenemos clamoriando;
y como medio chanciando
lo pinchamos,
y lo que grita, cantamos
la refalosa y tin tin,
sin violín.
Pero seguimos el son
en la vaina del latón,
que asentamos
el cuchillo, y le tantiamos
con las uñas el cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
Cuando algunos en camisa
se empiezan a revolcar,
y a llorar,
que es lo que más nos divierte;
de igual suerte
que al Presidente le agrada,
y larga la carcajada
de alegría,
al oír la musiquería
y la broma que le damos
al salvaje que amarramos.
en la vaina del latón,
que asentamos
el cuchillo, y le tantiamos
con las uñas el cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
Cuando algunos en camisa
se empiezan a revolcar,
y a llorar,
que es lo que más nos divierte;
de igual suerte
que al Presidente le agrada,
y larga la carcajada
de alegría,
al oír la musiquería
y la broma que le damos
al salvaje que amarramos.
Finalmente:
cuando creemos conveniente,
después que nos divertimos
grandemente, decidimos
que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derechas
lo agarra uno de las mechas,
mientras otro
lo sujeta como a potro
de las patas,
que si se mueve es a gatas.
Entretanto,
nos clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahi nomás por consuelo
a su queja:
abajito de la oreja,
con un puñal bien templao
y afilao,
que se llama el quita penas,
le atravesamos las venas
del pescuezo.
¿Y qué se le hace con eso?
larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra a revolver los ojos.
cuando creemos conveniente,
después que nos divertimos
grandemente, decidimos
que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derechas
lo agarra uno de las mechas,
mientras otro
lo sujeta como a potro
de las patas,
que si se mueve es a gatas.
Entretanto,
nos clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahi nomás por consuelo
a su queja:
abajito de la oreja,
con un puñal bien templao
y afilao,
que se llama el quita penas,
le atravesamos las venas
del pescuezo.
¿Y qué se le hace con eso?
larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra a revolver los ojos.
¡Ah, hombres flojos!
hemos visto algunos de éstos
que se muerden y hacen gestos,
y visajes
que se pelan los salvajes,
largando tamaña lengua;
y entre nosotros no es mengua
el besarlo,
para medio contentarlo.
hemos visto algunos de éstos
que se muerden y hacen gestos,
y visajes
que se pelan los salvajes,
largando tamaña lengua;
y entre nosotros no es mengua
el besarlo,
para medio contentarlo.
¡Qué jarana!
nos reímos de buena gana
y muy mucho,
de ver que hasta les da chucho;
y entonces lo desatamos
y soltamos;
y lo sabemos parar
para verlo refalar
¡en la sangre!
hasta que le da un calambre
Y se cai a patalear,
y a temblar
muy fiero, hasta que se estira
el salvaje; y, lo que espira,
le sacamos
una lonja que apreciamos
el sobarla,
y de manea gastarla.
De ahí se le cortan orejas,
barba, patilla y cejas;
y pelao
lo dejamos arrumbao,
para que engorde algún chancho,
o carancho.
nos reímos de buena gana
y muy mucho,
de ver que hasta les da chucho;
y entonces lo desatamos
y soltamos;
y lo sabemos parar
para verlo refalar
¡en la sangre!
hasta que le da un calambre
Y se cai a patalear,
y a temblar
muy fiero, hasta que se estira
el salvaje; y, lo que espira,
le sacamos
una lonja que apreciamos
el sobarla,
y de manea gastarla.
De ahí se le cortan orejas,
barba, patilla y cejas;
y pelao
lo dejamos arrumbao,
para que engorde algún chancho,
o carancho.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Conque ya ves, Salvajón;
nadita te ha de pasar
después de hacerte gritar:
¡Viva la Federación
(Amenaza de un mazorquero y degollador de los sitiadores de
Montevideo dirigida al gaucho Jacinto Cielo, gacetero y soldado de la
Legión Argentina, defensora de aquella plaza).nadita te ha de pasar
después de hacerte gritar:
¡Viva la Federación
La relación entre la Resbalosa y el régimen de la Federación
se acota a los degüellos practicados por la Mazorca contra los salvajes
unitarios, y la parte graciosa o pícara se correspondería a los ‘resbalones’ –o
caídas- que podían llegar a ocasionar los charcos de sangre en el suelo, pues
existía la creencia de que luego de una ejecución los federales se ponían a
practicar esta danza con alborozo y jocosidad.
El degüello, a su vez, no se hacía con cualquier clase de
cuchillo o facón, sino, más bien, con uno de pequeñas dimensiones y lo
suficientemente curvado como para deslizarlo con facilidad “de oreja a oreja”
sobre el cuello del infeliz. La hoja tenía doble filo pero era su lado cóncavo
el empleado para llevar a cabo el macho ritual.
Las “degolas” riograndenses
A fines del siglo XIX el ritual sigue muy campante y alcanza su máximo despliegue sanguinario en la Revolución Riograndense con una ferocidad digna de mejor causa. La saña será tanta que una vez muerto el líder de la revolución Gumersindo Saravia –hermano de Aparicio- es exhumado su cadáver, cortados sus miembros, orejas y cabeza, siendo esta última inicialmente colocada en una pica para luego ser enviada a Porto Alegre como prueba fehaciente de la muerte del cabecilla de los insurrectos.
En esa campaña los dos máximos actos de barbarie lo constituyen los degüellos de republicanos en Río Negro y el de federalistas en Boi Preto. La segunda degollina, revancha de la primera, fue efectuada por las tropas gubernistas sobre 322 prisioneros federales o “maragatos”, degollados maniatados, de parado y en fila. Tantos eran que se hacía el “servicio” prácticamente a la carrera, no terminaba de caer uno cuando ya estaba degollado otro. Ese día 45 combatientes salvaron su vida tirando su divisa colorada-federal y cambiando de bando.
La primera degollina fue sobre 300 prisioneros republicanos o “picapalos” luego de la batalla de Río Negro, en las nacientes de dicho río que cruza el Uruguay, proximidades de Bagé. “Los prisioneros fueron encerrados en una manguera de piedra y eran sacados uno a uno, desjarretados y luego degollados”. Esa masacre tuvo un actor principal, fue uruguayo y blanco. Era el coronel Adán Latorre o Adao de Latorre, más conocido como “El Pardo Adán”. Personaje tristemente célebre ubicado en la zona fronteriza de Cerro Largo, fundamentalmente cerca de Aceguá, nacido en Cerro Chato en 1835, que inició su actuación guerrera en Brasil y luego participó en las contiendas de 1897 y 1904 en el bando saravista, para terminar muriendo en la Revolución de 1923 a los 88 años en Paso do Bento Rengo, en Rio Grande do Sul peleando junto a Nepomuceno Saravia. No fue Latorre quien tomó la decisión que acabó con Pedrozo y los restantes prisioneros, sino Joca Tavares, siendo el primero el ejecutor. Latorre había sufrido previamente, según versiones de la época, la muerte de su esposa e hijos en manos de los republicanos. Ese día, quizás dando rienda suelta a su sed de venganza, toda la faena corrió por su cuenta, según narran protagonistas de la batalla. Autores brasileños atribuyen el bárbaro acto a la importante presencia de milicias uruguayas, los maragatos. Estos prestaron su nombre para popularizar bajo el mote de “maragatos” a todos los revolucionarios riograndenses en razón del contingente de aproximadamente 400 soldados provenientes en su gran mayoría de San José que acompañaron a los hermanos Saravia cuando invadieron Río Grande en febrero de 1893, los que jamás usaron otra divisa que no fuera la blanca en contraposición al resto de sus compañeros federalistas que usaron la tradicional colorada, identificación federal proveniente de las épocas del rosismo y también trasladada al Brasil. No conocemos de tropelías semejantes desarrolladas por Adán Latorre en territorio uruguayo –lo que no sería de extrañar dados sus antecedentes- aunque sí sabemos que terminó expulsado de la última revolución saravista a poco de iniciada (2) y fue corrido Brasil adentro por el comandante Isidoro Noblía de Cerro Largo, a raíz de haberse apropiado de los derechos de aduana generados por la receptoría de Aceguá, unos $30.000 de la época –una fortuna por ese entonces equivalentes a unas dos mil cabezas de ganado, a un millón y medio de cartuchos o a una batería de nueve cañones-, cuyo fin era asistir financieramente al alzamiento.
Joao Francisco no fue ajeno a esta metodología, sino que la aplicó ferozmente no sólo como herramienta de represión política en tiempos de paz, sino en la guerra. Fue el ejecutor de la matanza de Saldanha Da Gama –uno de los máximos dirigentes de la Revolución Federal- y 300 marineros salvajemente batidos y luego asesinados cerca de la frontera con Uruguay.
El balance final de esta guerra sin cuartel, se estima en 12.000 muertos en 31 meses de lucha, dentro de los cuales se calcula que una cifra superior al 10% lo fue a causa del degüello.
Ahora vemos que el arte estuvo presente en estas guerras patrias e intestinas, este arte del degüello...
Las “degolas” riograndenses
A fines del siglo XIX el ritual sigue muy campante y alcanza su máximo despliegue sanguinario en la Revolución Riograndense con una ferocidad digna de mejor causa. La saña será tanta que una vez muerto el líder de la revolución Gumersindo Saravia –hermano de Aparicio- es exhumado su cadáver, cortados sus miembros, orejas y cabeza, siendo esta última inicialmente colocada en una pica para luego ser enviada a Porto Alegre como prueba fehaciente de la muerte del cabecilla de los insurrectos.
En esa campaña los dos máximos actos de barbarie lo constituyen los degüellos de republicanos en Río Negro y el de federalistas en Boi Preto. La segunda degollina, revancha de la primera, fue efectuada por las tropas gubernistas sobre 322 prisioneros federales o “maragatos”, degollados maniatados, de parado y en fila. Tantos eran que se hacía el “servicio” prácticamente a la carrera, no terminaba de caer uno cuando ya estaba degollado otro. Ese día 45 combatientes salvaron su vida tirando su divisa colorada-federal y cambiando de bando.
La primera degollina fue sobre 300 prisioneros republicanos o “picapalos” luego de la batalla de Río Negro, en las nacientes de dicho río que cruza el Uruguay, proximidades de Bagé. “Los prisioneros fueron encerrados en una manguera de piedra y eran sacados uno a uno, desjarretados y luego degollados”. Esa masacre tuvo un actor principal, fue uruguayo y blanco. Era el coronel Adán Latorre o Adao de Latorre, más conocido como “El Pardo Adán”. Personaje tristemente célebre ubicado en la zona fronteriza de Cerro Largo, fundamentalmente cerca de Aceguá, nacido en Cerro Chato en 1835, que inició su actuación guerrera en Brasil y luego participó en las contiendas de 1897 y 1904 en el bando saravista, para terminar muriendo en la Revolución de 1923 a los 88 años en Paso do Bento Rengo, en Rio Grande do Sul peleando junto a Nepomuceno Saravia. No fue Latorre quien tomó la decisión que acabó con Pedrozo y los restantes prisioneros, sino Joca Tavares, siendo el primero el ejecutor. Latorre había sufrido previamente, según versiones de la época, la muerte de su esposa e hijos en manos de los republicanos. Ese día, quizás dando rienda suelta a su sed de venganza, toda la faena corrió por su cuenta, según narran protagonistas de la batalla. Autores brasileños atribuyen el bárbaro acto a la importante presencia de milicias uruguayas, los maragatos. Estos prestaron su nombre para popularizar bajo el mote de “maragatos” a todos los revolucionarios riograndenses en razón del contingente de aproximadamente 400 soldados provenientes en su gran mayoría de San José que acompañaron a los hermanos Saravia cuando invadieron Río Grande en febrero de 1893, los que jamás usaron otra divisa que no fuera la blanca en contraposición al resto de sus compañeros federalistas que usaron la tradicional colorada, identificación federal proveniente de las épocas del rosismo y también trasladada al Brasil. No conocemos de tropelías semejantes desarrolladas por Adán Latorre en territorio uruguayo –lo que no sería de extrañar dados sus antecedentes- aunque sí sabemos que terminó expulsado de la última revolución saravista a poco de iniciada (2) y fue corrido Brasil adentro por el comandante Isidoro Noblía de Cerro Largo, a raíz de haberse apropiado de los derechos de aduana generados por la receptoría de Aceguá, unos $30.000 de la época –una fortuna por ese entonces equivalentes a unas dos mil cabezas de ganado, a un millón y medio de cartuchos o a una batería de nueve cañones-, cuyo fin era asistir financieramente al alzamiento.
Joao Francisco no fue ajeno a esta metodología, sino que la aplicó ferozmente no sólo como herramienta de represión política en tiempos de paz, sino en la guerra. Fue el ejecutor de la matanza de Saldanha Da Gama –uno de los máximos dirigentes de la Revolución Federal- y 300 marineros salvajemente batidos y luego asesinados cerca de la frontera con Uruguay.
El balance final de esta guerra sin cuartel, se estima en 12.000 muertos en 31 meses de lucha, dentro de los cuales se calcula que una cifra superior al 10% lo fue a causa del degüello.
Ahora vemos que el arte estuvo presente en estas guerras patrias e intestinas, este arte del degüello...
Fuentes:
http://www.revisionistas.com.ar
http://jovenesrevisionistas.org/la-refalosa-genero-folklorico-de-la-federacion/
http://www.folkloretradiciones.com.ar
>Triste historia. Dónde se encuentra el cuchillo de la foto? Gracias.
ResponderEliminarImpresionante, largo camino desde estos comienzos a los derechos humanos, lo voy a compartir es muy bueno que la gente se entere., gracias
ResponderEliminarImpresionante, largo camino desde estos comienzos a los derechos humanos, lo voy a compartir es muy bueno que la gente se entere., gracias
ResponderEliminarNací en un país creado por intereses internacionales, Argentina. Soy de segunda generacion,mi padre de primera nacido de españoles(Granada)mi madre de primera nacida de austriaco y udinenses-(FRIULI) naci en 1951 en democracia,(ni idea) golpes militares, promesas,democracia,golpes militares,democracia..mentiras y burla al pueblo?, jubilado y pago impuesto a las ganancias!!,me importa el dinero? Solo maldigo a mis abuelos y nonos que no tuvieron el coraje de morir defendiendo sus derechos allende los mares.Toda mi familia es de piel blanca y algunos ,ojos celestes, al igual que este hijo de satanás que con su malvado séquito nos está destruyendo moral,espiritual y económicamente,repudio absolutamente a mis ancestros que por su cobardía huyeron de su patria y me condenaron a vivir sin dignidad ni justicia.
ResponderEliminarComo dijo un abominable ser- Argentina está condenada (dijo al exito!) Pueden ser tan idiotas en creer al abominable que en tiempos del extranjero presidente se paseaba orondo con una damajuana de vino sobre su cabeza?
Ojalá me hubiesen aceptado para combatir en Malvinas,Hubiese tenido la aportunidad de defenderme, hoy muero por un asesino menor de edad que si lo mato yo , su puta familia me quema mi casa.
Eliminar.....1ro.....gracias por haberse presentado como voluntario en Malvinas.....eso lo eleva a UD a un rango q lo exime de toda critica, pero......2do.....mejor q maldecir a sus antepasados siga los caprichosos y valientes impulsos de su juventud!!!!!......ni son jovenes los pendejos por no tener años ni son maduros los adultos por acumular años.....se es joven o se es viejo por el vigor q se pone en el combate y por la sabiduria de las palabras......sus abuelos como los mios supieron emprender una empresa audaz y valiente....lo dejaron todo lo sacrificaron todo aun sus afectos mas proximos.....por lo tanto si nuestro presente nos defrauda no es por sus supuestas cobardias, ellos fueron muy sacruficados y valientes al dejarlo todo y dar a su manera un duro combate.......nuestro decepcionante presente no es culpa de nuestros antepasados sino de las faltas o yerros de nuestro presente y por lo tanto es culpa nuestra no de nuestros abuelos.....ellos transpiraron y sangraron....hoy en Argentina solo algunos miles sangraron por la patria -los veteranos y los caidos de Malvinas- pero de transpirar ni mierda!!!! no le vaya Ud a reclamar trabajo y sacrificio a nadie porque hoy todo son derechos y ninguna obligacion!!!! hoy aca vienen a reclamar derechos hasta quienes ni nacieron y ni viven aca o hasta quienes no son ciudadanos o adquirieron su ciudadania por trafico electoral.......No, no es culpa de sus abuelos!!!! es culpa nuetra de no haber salido nunca a la calle a "degollar" vagos delincuentes y terroristas .......pues bien!! este es nuestro "pecado" y este es nuestro castigo, pero no el de nuestros abuelos q c mucho orgullo trabajaron se sacrificaron y nos dejaron el resto con el q aun el pais todavia se mantiene......
Todos los honestos hoy somos hermanos,amigos, compañeros del gaucho Don Martín Fierro! cada vez menos la TV nos pudrió la cabeza.
ResponderEliminarES SIN DUDAS PARTE DE NUESTRA HISTORIA Y TRADICION QUE POCOS CONOCIAMOS EN DETALLE ,MUY BUENA INFORMACION !!!
ResponderEliminarGracias Omar!!!
EliminarExcelente informe!!!
ResponderEliminar" al enemigo , ni justicia "
ResponderEliminarSeguimos . . .