miércoles, 8 de febrero de 2012

Chuza o lanza - Armas Gauchas

Su origen puede ser atribuído en primer lugar a las lanzas propias de la caballería española desde la conquista (chuzo es un palo armado con pincho de hierro) y, en segundo término, al desjarretador de la vaquería. El indio primero y el gaucho después, la llamaron Chuza. 

Fue arma en las guerras desde principios del s. XIX hasta comienzos del siguiente.

Una salvedad, chuso en quechua significa seco, delgadito, arpón

Arrastradas por el caballo, atadas a los tientos del recado (de rastrillada), evitaban la boleada; cruzadas en tres y cubiertas por caronas y cueros formaron el bendito, carpa armada para el sueño en el campamento. 

Las más comunes consistían en un palo o una tacuara y tenían sujeto en su extremo, como chuza una punta de hierro forjado o una hoja de cuchillo de marca mayor o una hoja de tijera de esquilar o de tusar. 


Su largo variaba entre 2 y 2,80 m (tropa) o hasta 3,50 m. (jefes). Cuando la chuza era propiamente una punta de lanza, ésta era de acero o hierro forjado y tomaba la forma de un estilete de filos iguales, muy alargado o la de la palometa, a veces se forjaba en una sola pieza, on su moharra (media luna con las puntas hacia arriba o hacia adelante (según la posición de la lanza) que aumentaba su efecto desgarrante y servía para parar los golpes de lanza del adversario. Otras veces la moharra se forjaba separadamente y se enastaba en el punto de unión de la chuza con el astil.

En época de la colonia era tan grande la ventaja que los indios poseían en los combates con armas blancas, que el virrey Vertiz abandono las alabardas o chuzas para armar a los blandengues con armas de avancarga y sables, y así poder luchar contra ellos, ya que solo temían a las armas de fuego.


En las invasiones inglesas las tropas de Gral. Arce se enfrentaron con chuzas y  las pocas armas de avancarga contra la columna inglesa del Gral. Beresford, lo mismo sucedió en la reconquista de Buenos Aires, en la cual, no hubo aceite hirviendo como en la escuela nos enseñan, sino, agua hirviendo, piedras, cuchillos y chuzas, y sobre todo, mucho coraje. Siendo justamente cuchillo y chuza lo que se le entrego al cuerpo de milicianos de esclavos de Liniers en la segunda invasión inglesa.



Haciendo una salvedad, la esgrima de chuza obviamente también se hereda en su manejo con técnicas de los pueblos originarios, como lo que se muestra en la imagen inferior donde dos mapuches practican kollellaullin con tacuaras.


Kollellallin, con tacuara


Fuente:
Esgrima Criolla de mario Lopez Osornio
Agradecimiento a Armin Krause Toledo de Kollellallin
http://aprendiendodenuestrofolklore.blogspot.com/2010/01/la-lanza-o-chuza.html
http://www.uruguaymilitaria.com/Foro/viewtopic.php?f=3&t=799

jueves, 2 de febrero de 2012

Las Boleadoras.


Cuenta la leyenda, que el espíritu malo hacia enfermar a los indios de la tribu, el espíritu bueno quería castigarlo y como no podía alcanzarlo tomo tres estrellas (las tres Marías) las unió con un pelo de su barba y las arrojo, enredándolas en las piernas del espíritu malo, de este modo los indios aprendieron a confeccionar boleadoras.





Armas de guerra o elemento de caza o labor ganadera consistente de tres ramales de cuero crudo torcido, de 1,80 a 2 mts. cada uno y rematados en tres bolas de piedra, plomo, o madera dura envueltas (retobadas) estas últimas en cuero crudo. Revoleadas sobre la cabeza y arrojada con fuerza a las patas, cuerpo o cuello del animal. En el "Martín Fierro" son nombradas y alabadas como mortífera arma en manos de los pampas, y fue según un escritor argentino, una baleadora la que arrasó en muchos años la reconstrucción nacional, cuando el soldado Federico Zeballo le boleo el caballo al General Paz en EL TIO, el 10 de mayo de 1831, haciéndolo prisionero.

Hay tres tipos de boleadoras.
El primer es las boleadoras con solamente una bola. El nombre para esto es "bola loca" o "bola perdida." utilizada para la captura de pequeños animales.
El segúndo tipo tiene dos bolas. Estos son "ñanduceras" o "avestruceras," y les usan para capturar avestruces.
El tercer tipo, y lo más popular, es la boleadora con tres bolas que se llama "Tres Marías."
Las Tres Marías se están usando para trabajo con ganado y caballos.Cuando el gaucho tira las boleadoras y al pegar en un animal, las bolas se retuercen alrededor de las patas y el animal cae.
Consta de dos o tres bolas, piedras muy duras pulidas en forma casi esférica o muy raramente erizadas. El diámetro de cada una de las bolas suele ser de unos 10 cm en las boleadoras de combate o de caza mayor. Tales piedras se encuentran unidas por tientos o guascas, tiras de cuero.
Los aborígenes usaban como materia prima para los tientos el cuero de guanaco y el cuero del cogote (cuello) y el tendón de la pata del ñandú. Con el paso del tiempo y la introducción de la ganadería, los tientos fueron reemplazados por reatas de tres cabos de cuero trenzado, generalmente de vacuno.

Historia

Se han encontrado boleadoras en yacimientos arqueológicos de más de cinco mil años antes del presente en la Región Pampeana. Los europeos notaron la existencia de esta arma en los inicios de la Conquista, cuando la vieron en manos de los aborígenes, charrúas y patagones en 1520.
Inicialmente los aborígenes usaban una sola piedra pulida y circundada por una acanaladura merced a la cual se ataba a un solo tiento o cuerda bastante largo, con esto golpeaban a distancia sin perder la piedra. Esta arma funcionaba de forma semejante a un yoyo y fue llamada por los españoles y criollos bola perdida.

Los aborígenes pronto descubrieron que tal bola perdida era útil también para capturar vivas a las presas envolviéndolas, esto llevó a la confección de las boleadoras propiamente dichas. Cuando faltaban piedras se improvisaban boleadoras con bodoques de terracota o incluso con hueso, en la región patagónica se usaba el nudo esférico que el hongo llao llao provoca en las ramas del ñiré.
Tras la conquista española la boleadora fue adoptada por los gauchos, quienes las realizaron más elaboradamente: las piedras fueron envueltas en bolsas de cuero crudo llamadas retobos, y muchas veces tanto las bolas como las reatas recibieron adornos en forma de incrustaciones de plata o bronce. También las piedras fueron substituidas por esferas macizas de metal -por ejemplo de plomo- recubiertas de cuero o, en algunas más lujosas, enchapadas en plata o bronce.
Boleadoras y otros instrumentos tehuelches (George Ch. Mustres, "Vida entre Patagones"-1870)

Usos
La forma de uso más común se llama "rebolearlas", y consiste en hacer girar velozmente las piedras mediante los tientos por sobre la cabeza y arrojarla con gran precisión al blanco, ya sea otro ser humano o algún animal. De acuerdo a la manera de arrojarla puede o no ser letal. Si es arrojada con el objetivo de capturar una presa, la boleadora se lanza dirigida a las piernas o patas, para que los tientos se enreden alrededor de ellas; el sujeto o el animal entonces queda "boleado". Para cazar "avestruces americanos" -es decir ñandúes- lo frecuente es que se arrojen las boleadoras al cuello de estas aves. En combates cuerpo a cuerpo era frecuente no soltar la boleadora sino usar una de las piedras a modo de maza, principalmente sobre la cabeza del oponente.


Otros Tipos ;
Existen raros ejemplares de más de cuatro bolas, llegando a haber algunos de ocho, pero son poco prácticos.Hasta inicios de s XX era frecuente que los gauchos mientras se encontraban en el campo llevaran una o dos boleadoras (generalmente del tipo "ñanducera") en la cintura y otra (generalmente "potrera") en bandolera.
Paralelamente, entre los inuit se desarrollaron armas parecidas aunque menos efectivas llamadas ka-lum-uk-toun o kilumitutit, similar es ente los maorís la poa o poi. Se encuentran armas similares entre los pueblos de Siberia oriental.


Fuente: http://soygaucho.com