El nombre no fue usado anteriormente por José Hernández, ni por Ricardo Gutierrez en su “Juan Moreira”, ni por Pepe Podesta en su Circo criollo, para que tenga un nombre propio esta disciplina, necesito un porque…
Circo Criollo, recreacion de Juan Moreira |
Situémonos en el momento dos clases sociales
bien definidas, Horacio Quiroga era un “cogotudo” o joven de la clase alta, pero conoció
el interior, se enamoró de nuestras tierras y tradiciones, asi mantuvo una
fidelidad, admirador de la pelea a cuchillo que vio en el litoral, sabiendo que
Horacio desde joven, como todo “Muchacho de buena familia”, practico la esgrima
clásica, como hacia semanalmente, su amigo, Leopoldo Lugones, en el Círculo
Militar.
Encontró la manera de fusionar, dar respeto y
bautizar una disciplina que hasta ahora se llamaba vistear, ojear, y … duelo
criollo (enfrentamientos violentos informales llamados también “lances” o
“riñas) y el “duelo entre caballeros”, que bien sabemos, no es lo mismo.
Esgrima Criolla en Caras y Caretas en 1906 |
La nota no salió publicada en “El Hogar”, la
revista consagrada por la alta sociedad de entonces, se publicó en la más
popular Caras y Caretas. Entonces, encontramos la adecuación de una práctica
deportiva y social prestigiosa convirtiéndola en criolla, mediatizándola desde
magazine “Caras y Caretas”, mediatizándola adaptándola a otra clase social que
no practicaba habitualmente, ni naturalmente ese deporte. Criollo sería creemos
el término de clase social alta y privilegiada al momento de decidir qué
deporte era prestigioso, criollo para delinear el color local de las viejas familias
tradicionales frente a los nuevos pobladores inmigrados. Esgrima criolla, para
socializar/ nivelar/ igualar/ asimilar/ integrar la esgrima a los lectores no criollos
posibles de Caras y Caretas. Esgrima criolla a caballo entre una práctica social/
deportiva respetable, criolla porque buscaría simbolizar una práctica propia de
las familias bien posicionadas socialmente por su viejo arraigo a la tierra
frente a los nuevos pobladores inmigrados.
Horacio Quiroga, en accion. |
Qué hace allí Horacio Quiroga? No encontramos entonces
antecedentes de escritores posando en algo que no sea su propia representación.
Aquí no se lo identifica. Es simplemente un modelo para una clase, es “el
esgrimista de la daga”. El escritor esta borrado, no importa su identidad,
importa lo que pueda aportar a uno de sus medios de trabajo, como un trabajador
más de Caras y Caretas, postura a la que abogaba ya en aquellos primeros años
de profesionalización del ejercicio de la escritura. No parece importarle que
lo filien con una práctica obligada para la gente bien, se desenvuelve menos
pautado por las obligaciones y más decidido con el placer, y con plegarse a
apoyar un proyecto editorial que lo publica y Caras y Caretas lo reconoce como
exponente de la cultura desde el lugar que ya sabía ocupaba: la de semanario
que se constituye un nuevo intermediario cultural y Horacio Quiroga se presenta
como un nuevo intermediario cultural en un medio nuevo con un recurso nuevo y desde
un lugar nuevo.
Más adelante, ya se plasma esta identidad, siendo usada esta denominación de Esgrima Criolla, hasta quedar plasmada en el excelente trabajo, de Mario Lopez Osornio “Esgrima Criolla, cuchillo, rebenque, poncho y Chuza” editado en 1942.
Y los últimos libros que hablan sobre esgrima
criolla son “Esgrima Criolla, armas gauchas y otras yerbas…” de mi autoría,
Jorge Prina, editado en el año 2014, y el libro “Esgrima Maleva, Buenos Aires del 900” de Alejandro Fuertes,
editado en el 2016, como vemos esta joven disciplina de combate, va documentándose
y creciendo poco a poco…
En conclusión podemos decir que la esgrima
criolla recibió su nombre a inicios del 1900, pero ya estaba crecidita!!!, combatió
en la independencia, como guerras gauchas, se batió a duelos criollos durante
un siglo, por honor, o por coraje, reconocida por famosos visitantes a nuestras
tierras, como Charles Darwin, y respetado hasta por sus detractores internos
como el nefasto Sarmiento, admirada hasta en matreros como Moreira, símbolos de
la tradición, entonado en nuestra más santa poesía, como el Martin Fierro, hoy día
está más que presente, pero eso es para otro post.
Fuentes:
Esgrima criolla, Caras y Caretas, 28 de julio
de 1906.
La fotografía para erigir un escritor (Ensayo).,
Patricia Faure, 2004.
Esgrima Criolla, cuchillo, rebenque, poncho y
Chuza, Mario Lopez Osornio, 1942
Esgrima Criolla, armas gauchas y otras yerbas…,
Jorge Prina, 2014
Esgrima Maleva Buenos Aires del 900, Alejandro
Fuertes, 2016
Honor y duelo en la Argentina Moderna, Sandra Gayol,
2008
Y varias consultas más…